Las protestas en Kenia iniciaron en junio, con llamados iniciales para que los legisladores votaran contra un polémico proyecto de ley financiera que proponía aumentar los impuestos en medio de un alza en el costo de la vida.
La policía de Kenia lanzó gas lacrimógeno el jueves contra manifestantes en Nairobi que exigen la renuncia del presidente, al tiempo que un nuevo Gabinete tomaba protesta, en el más reciente de los disturbios que han sacudido a la nación del este de África durante todo el verano.
Las protestas en Kenia iniciaron en junio, con llamados iniciales para que los legisladores votaran contra un polémico proyecto de ley financiera que proponía aumentar los impuestos en medio de un alza en el costo de la vida. Manifestantes antigubernamentales tomaron por asalto el Parlamento el 25 de junio y recibieron disparos de la policía después que los legisladores votaron a favor de aprobar el proyecto de ley.
Más de 50 personas han muerto desde el estallido de las protestas, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia.
El jueves, los negocios de la ciudad permanecían cerrados y los vehículos de transporte público se mantenían fuera del distrito central de negocios. La policía también instaló controles en las principales carreteras hacia Nairobi. La oficina del presidente William Ruto, donde tomaron protesta los nuevos ministros, también seguía acordonada.
molestos con el presidente
Las protestas fueron organizadas por activistas molestos con Ruto, aun cuando destituyó a casi todos sus ministros y añadió a miembros de la oposición en lo que llamó un gobierno “amplio”.
No obstante, otros importantes centros urbanos, entre ellos la ciudad ribereña de Kisumu —un bastión de la oposición donde ya se han producido protestas— permanecían en calma, y algunos residentes dijeron a reporteros que no protestaban porque varios miembros de la oposición han sido incorporados al nuevo Gabinete.
Grupos de la sociedad civil, junto con la Sociedad de Leyes de Kenia, emitieron un comunicado conjunto en que exhortaron a respetar los derechos humanos en las protestas e instaron a la policía a que se abstuviera de desplegar a agentes no uniformados y usar vehículos sin matrícula.
“Reiteramos la protección constitucional de todas las personas para protestar pacíficamente y sin armas, formar grupos y presentar peticiones ante las autoridades”, se lee en el comunicado.