Los oficiales pertenecían a una etnia náhuatl que, según el gobierno estatal, no están registrados en el Sistema Estatal de Seguridad Pública
Las familias de los ocho policías que perdieron la vida, se reunieron durante los servicios funerarios para darles el último adiós en el estado mexicano de Michoacán, el domingo 25 de agosto. Los oficiales fueron asesinados a balazos en una emboscada perpetrada por presuntos sicarios.
Una fuente del Ejército mexicano confirmó a EFE que los ocho policías comunitarios forman parte de una etnia náhuatl, y trabajaban como policías comunitarios en el municipio de Coahuayana, ubicado en la costa Pacífica y colindante con el estado de Colima.
Sufrieron una emboscada
Las víctimas fueron emboscadas la tarde del sábado, cuando a bordo de diversos vehículos patrullaban una zona intrincada y boscosa, entre los poblados denominados como “La Presa” y “Sal si puedes”.
Los sicarios utilizaron durante el ataque un “camión monstruo”, el cual llaman así, por ser un vehículo reforzado con gruesas capas de acero a manera de blindaje artesanal.
En el ataque perdieron la vida siete de los policías comunitarios, mientras que uno más murió cuando recibía atención médica en una clínica de la costa michoacana.
Mantienen un operativo
Agentes del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), mantienen un operativo en los límites de Michoacán y Colima, en busca de los agresores.
Los policías comunitarios fueron identificados por las autoridades como Mario M., Pedro H., Ángel C., Pedro C., David M., Francisco S., Luis C., y Uriel M., quienes la tarde del domingo fueron despedidos con una misa en la capilla católica de Nuestra Señora de la Asunción, en el centro de Coahuayana.
El gobierno de Michoacán no emitió mensaje
El Gobierno de Michoacán no ha emitido ninguna postura ante este hecho, ya que no reconoce de forma oficial a la policía comunitaria de Coahuayana, al no existir un registro de sus integrantes ante el Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Coahuayana es uno de los tres municipios que tiene Michoacán en la costa del océano Pacífico, cuyas playas vírgenes son utilizadas por cárteles de la droga para traficar cocaína desde Sudamérica.
Las organizaciones criminales que se disputan este territorio se autodenominan como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Tepalcatepec y el de Los Caballeros Templarios.