Expertos legales recuerdan que en operaciones de este tipo, es muy complicado separar «la paja del trigo»
En los hechos, el voto republicano avanzó claramente en Nueva York. En la práctica, los demócratas siguen teniendo el control, casi absoluto, del poder legislativo en la Gran Manzana y en la Legislatura Estatal, dos instancias clave para facilitar o poner trabas, a la agenda de deportaciones masivas, que fue la piedra angular de la campaña del presidente entrante, Donald Trump.
Aunque todavía no se conoce con precisión cómo, dónde y cuándo se iniciará la estrategia de remoción de indocumentados, los mensajes iniciales de la nueva Administración, es que esa promesa se aplicará como un aluvión difícil de detener.
Portavoces y legisladores del partido republicano en Nueva York, han insistido que serán los criminales los primeros en la lista. La mayoría demócrata del Concejo Municipal se prepara para dar más protecciones a la Gran Manzana, como ‘ciudad santuario’. Y el alcalde Eric Adams, se muestra a favor de asegurar más la frontera y revisar algunos puntos, que permitan despachar más rápido, a quienes específicamente comentan un delito violento.
El consenso de varios republicanos consultados, es que el gobierno de Trump se estrenará poniendo todas sus energías en sacar del país, a todos los grupos delictivos, que se colaron por la frontera. E incluso, fueron albergados en ciudades santuario, como Nueva York, Chicago, Denver y Los Ángeles.
Detrás de este objetivo de “remoción criminal”, ha surgido el gran temor de las organizaciones de defensa de los migrantes de Nueva York, que ponderan que las cruzadas para erradicar a las pandillas, siempre terminan en episodios dolorosos de separación familiar.
“Quienes cometen estragos”
La reelecta congresista republicana de Staten Island, Nicole Malliotakis asegura a medios locales que tiene en su distrito a miles de migrantes honestos y trabajadores, que han seguido las reglas, que han pagado sus abogados, sus impuestos y que han visto cómo se han priorizado las necesidades de personas que apenas cruzaron la frontera.
La legisladora asegura que la acción del nuevo gobierno, no irá en contra de estos migrantes, sino contra los criminales.
“El presidente Trump tuvo un mejor desempeño que nunca en Nueva York, porque se comprometió a abordar los problemas que tiene la mayoría: poner fin a la migración ilegal masiva, deportar a los criminales, detener los precios de congestión, reducir los costos y los impuestos”, expuso en su cuenta “X”.
Malliotakis quien aspiró en 2017, convertirse en alcaldesa de la ciudad de Nueva York, considera que los neoyorquinos pagan impuestos para tener un sistema de transporte bien administrado, no para albergar a “inmigrantes ilegales que causan estragos en nuestra ciudad”.
“Los demócratas a nivel municipal, estatal y federal han hecho que nuestra ciudad sea menos segura. Permiten el ingreso de personas no investigadas que cometen delitos y, en lugar de trabajar con el ICE para deportarlas, las envían de regreso a habitaciones de hotel de lujo que nosotros, el pueblo, tenemos que pagar”, reforzó la congresista.
“Con o sin la ayuda de NY”
Este lunes, se anunció que Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) será el zar de la frontera bajo la Administración Trump. El funcionario que se estrenará desde enero en sus funciones, aseguró a la cadena Fox que llevarán adelante su agenda de control fronterizo y de deportaciones, “con o sin” la colaboración de ciudades santuario.
En este particular, la concejal de Queens de la minoría republicana en el Concejo Municipal, Vickie Paladino, reaccionó en redes sociales: en mi nombre, mi oficina y mi distrito cooperarán plenamente. Proporcionaremos al ICE toda la información que podamos darle, incluso si la ciudad o el estado de Nueva York se niegan a hacerlo.
A la par, portavoces del grupo progresista del Concejo Municipal esbozaron en un comunicado que “la ciudad de Nueva York siempre ha sido un bastión de la justicia para los inmigrantes y eso no cambiará por el cambio de un presidente”.
Este caucus legislativo, liderado por la colombiana Jennifer Gutiérrez y la dominicana Carmen De La Rosa, se oponen a que se intente culpar a los recién llegados, de problemas de larga data.
“Negar el sueño americano, separar a las familias y devastar nuestra economía local, con la amenaza de deportaciones masivas, no aliviará el costo de vida, ni nos hará más seguros”.
“Quieren generar pánico”
Por su parte, el líder gremial dominicano de tendencia republicana, Fernando Mateo, expuso que en este momento, los inmigrantes que hayan venido a trabajar y no tengan cuentas pendientes con la justicia, no tienen razones para ser presa de temores.
“Esa agenda de supuesta persecución a todos los indocumentados, forma parte de estrategias de la extrema izquierda para generar pánico. Aquí sabemos que el presidente Trump va a sacar específicamente a todos los delincuentes de Nueva York, que entraron por la frontera y tienen azotados a nuestros pequeños comerciantes”, destacó el líder gremial de bodegueros y taxistas.
Mateo razona que precisamente se trata de uno de los principales clamores de las comunidades migrantes.
“El hombre y la mujer hispana que paga impuestos, no quiere mantener a gente que no quiere trabajar. Y mucho menos, con este costo de la vida. Aquí no se trata de ir en contra de todos los migrantes. Reiteramos, las políticas serán contra los criminales”, agregó el activista, quien en 2021 aspiró a la alcaldía de la ciudad de Nueva York, por el partido republicano.
En una entrevista en la cadena Univisión, Alfonso Aguilar, director de Participación Hispana en el Proyecto Principios Americanos, vinculado con el partido republicano, recalcó que nadie se puede imaginar que habrá agentes de La Migra, en cada esquina, persiguiendo a las comunidades.
“Tenemos desafíos de sacar del país a los miembros de organizaciones criminales como el Tren de Aragua, a factores peligrosos, que no conocíamos antes. Esa es la prioridad de la agenda migratoria“, razonó.
En varios intercambios de fuentes cercanas al líder republicano, en medios nacionales como PBS, se confirma que la estrategia inicial, incluirá poner en marcha la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que solo se ha invocado en tiempos de guerra, en particular cuando Estados Unidos llevó a cabo el internamiento de japoneses. Y se utilizaría para deportar rápidamente a presuntos miembros de pandillas, sin el debido proceso.
¿Cómo separar la paja del trigo?
Sin embargo, aunque simplemente se hagan aproximaciones, sobre cuáles serían los pasos a seguir para lograr “la deportación masiva más grande en la historia del país”, desde ya hay grandes encrucijadas legales y logísticas, para alcanzar la meta de realmente “echar mano” de los criminales.
Existe la certeza que parte de quienes han sido identificados como miembros de la pandilla venezolana ‘El Tren de Aragua’, ingresaron acogiéndose a los beneficios migratorios temporales y permisos humanitarios, lo cual los convierte “técnicamente” en muy difíciles de deportar, a corto plazo.
De hecho, el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), en alianzas con otras agencias federales de seguridad, han confirmado la presencia de aparentes células de esta banda, en los albergues para migrantes que se instalaron en la Gran Manzana, desde la primavera de 2022. En muchos casos, fue muy complicado confirmar la identidad real de jóvenes capturados en hechos irregulares.
Un par de crímenes de alto y bajo perfil han sido asociados con esta pandilla en las calles de Nueva York, algunos de los supuestos responsables, están siendo procesados por la justicia. Otros, a pesar de ser reincidentes de robos y asaltos, se han beneficiado de la reforma de la ley de fianzas y están en las calles, dijeron fuentes policiales.
Algunas situaciones en donde han sido capturados in fraganti jóvenes recién llegados, cometiendo delitos, e inclusive agrediendo a la policía, hizo abrir el debate desde principios de 2024, de la necesidad de revisar algunos puntos del estatuto de la ciudad santuario, una idea que ha sido respaldada por el mismo alcalde Eric Adams: “quien sea detenido cometiendo delitos y agrediendo a nuestros funcionarios, no merece estar aquí”.
Hay otro nudo en esta cadena: Al no existir relaciones diplomáticas con el régimen autocrático de Nicolás Maduro en Venezuela, no hay forma de concretar, a corto plazo, vuelos de deportación para el país suramericano, de donde presuntamente provienen gran parte de los factores criminales, señalados por agencias federales de integrar esta organización delictiva trasnacional.
Este escenario, crea el riesgo que la estrategia de deportación, termine castigando a otros grupos y en efecto separando a familias migrantes.
El problema de la narrativa
Por su parte, Marlene Galvez, directora de políticas de inmigración de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York (NYCI), recordó que tanto en las anteriores administraciones de Trump, como de Biden, aunque anunciaron acciones contra las pandillas, finalmente terminaron llevándose por medio a familias trabajadoras.
“Durante la actual Administración, se publicó un memo en donde se exigía a ICE, que se centrara en pandilleros. Y no fue así. No es difícil proyectar que podría pasar ahora“, indicó.
A la experta en temas de migración, le angustia que la actual narrativa republicana, ponga en la misma línea de sus discursos, a los inmigrantes y a los criminales. Lo cual a su entender, tendrá consecuencias terribles para las comunidades.
“Ya vemos que los primeros funcionarios que el presidente Trump ha escogido, para que se ocupen del tema migratorio, tienen ideas inhumanas y regresivas. Cuando vemos este equipo, en la práctica sabemos que va a ser devastador”, consideró.
Galvez instó a los legisladores de Nueva York que avancen rápidamente en aprobar protecciones como la ley Nueva York para Todos, que prohibiría a las agencias estatales a colaborar con ICE.
Record de deportaciones:
1,1 millones de deportaciones desde el comienzo del año fiscal 2021 hasta febrero de 2024, los datos más recientes disponibles, van camino de igualar las 1,5 millones de deportaciones llevadas a cabo durante los cuatro años que el presidente Donald Trump estuvo en el cargo, de acuerdo con el Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
4,4 millones de repatriaciones, expulsiones en la frontera y deportaciones del gobierno de Biden, ya son más que cualquier otro mandato presidencial, desde la administración de George W. Bush, pondera MPI.