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La administración está obligada a notificar con tiempo los despidos, y a los estados para que puedan movilizar los recursos para procesar reclamos de desempleo
Una coalición de fiscales generales demócratas liderados por Nueva York, presentaron una demanda contra la Administración del presidente Donald Trump por los despidos de miles de empleados federales que estaban aún en periodo de prueba.
Los fiscales argumentaron en su demanda que la administración está obligada a notificar con antelación los despidos masivos a los empleados y a los estados para que éstos puedan movilizar los recursos necesarios para procesar los reclamos de desempleo y atender a los trabajadores desempleados, de acuerdo con un comunicado conjunto.
Los despidos fueron de forma inmediata
Sin embargo, los despidos, muchos de ellos en Nueva York, ocurrieron de forma inmediata, en violación a la ley. Aseguraron al tribunal que los despidos ilegales ‘han trastocado’ la vida de los trabajadores, interrumpido servicios esenciales y obligado a los estados a esforzarse por proporcionar los recursos que necesitan.
De acuerdo con la fiscal de Nueva York, Letitia James, estos despidos han afectado a los empleados federales en todo el estado. En la última semana de febrero, 372 trabajadores habían solicitado el seguro de desempleo.
También mencionó que más de 1,000 empleados del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) en todo el país fueron despedidos en febrero, incluidos de los centros médicos de VA en Nueva York, entre otros.
Detener que más empleados sean despedidos
Los fiscales recordaron en su demanda que los empleados en período de prueba que la administración Trump ha puesto en la mira son trabajadores que han sido contratados recientemente o que han sido promovidos o cambiados de oficina recientemente. Por lo general, están sujetos a un período de prueba de uno o dos años.
La coalición de fiscales busca con esta demanda una orden judicial para detener que más trabajadores sean despedidos sin previo aviso.
Así como la reincorporación de todos los despedidos que perdieron su trabajo desde el pasado 20 de enero, cuando Trump juró al cargo y de inmediato comenzó a emitir órdenes ejecutivas, entre ellas la que ordenó el despido de los empleados en periodo de probatoria laboral.