Dos sargentos NYPD fueron baleados mientras intentaban arrestar a un pandillero sospechoso de robo en el Bajo Manhattan
Dos sargentos de la policía de Nueva York (NYPD) fueron baleados mientras intentaban arrestar a un miembro de una pandilla armada sospechoso de robar un salón de juego mahjong ayer en el Lower East de Manhattan.
Los oficiales heridos fueron los sargentos Carl Johnson, de 43 años, y Christopher Leap de 34. A ambos los trasladaron al Hospital Bellevue en condición estable, señaló Daily News.
El aparente pistolero fue identificado como Joshua Dorsett, joven de 22 años, quien disparó en medio de una pelea. Los oficiales recuperaron una pistola .45 cargada y dinero en efectivo del sospechoso luego de su arresto, dijo el jefe de detectives de NYPD, Joseph Kenny.
Leap, quien ha servido 11 años en la fuerza, fue dado de alta anoche mismo entre aplausos de sus compañeros oficiales apostados afuera de la entrada del hospital, donde el comisionado Edward Cabán esperaba para estrechar la mano del oficial herido. Se espera que Johnson, un veterano de 16 años en la fuerza, sea liberado el viernes por la mañana, dijo la policía.
Dorsett había allanado el salón de mahjongg ubicado en el segundo piso de 91 Canal St. cerca de Eldridge St. poco después de las 4 p.m. del jueves, robando bolsos y dinero en efectivo de mujeres a las que amenazó a punta de pistola antes de huir, dijo la policía.
Testigos en la escena pusieron a los oficiales tras el rastro de Dorsett y policías de las comisarías 5 y 7 lo alcanzaron en las calles Delancey y Eldridge. Ya lo habían detenido arrojándolo contra un taxi cuando disparó un tiro que alcanzó a los dos agentes. “Una bala alcanzó a ambos policías”, dijo Kenny a los periodistas en una conferencia de prensa en el Hospital Bellevue anoche.
El alcalde Eric Adams, ex NYPD, elogió a los agentes heridos por su heroísmo y dijo que el tiroteo resalta los riesgos de servir en las fuerzas del orden y la amenaza mortal que representan las armas de fuego ilegales.
“Este tiroteo subraya el peligro que enfrentan todos los días los hombres y mujeres de todas nuestras comunidades policiales en general, pero específicamente los miembros de la policía de Nueva York”, dijo Adams, quien también habló con los periodistas en Bellevue. “Gente peligrosa que es totalmente capaz de utilizar armas ilegales para causar daño no sólo a los agentes de policía sino también a los civiles de la ciudad”.
Patrick Hendry, presidente de la Asociación Benevolente (PBA), el sindicato de policía municipal más grande del mundo, emitió un comunicado agradeciendo que los policías sobrevivieron a su encuentro con Dorsett y exigieron duras penas para el miembro de la pandilla que ronda el Lower East Side.
“Estamos agradecidos de que nuestros hermanos sargentos estén en camino a la recuperación y que el pistolero esté bajo custodia”, se lee en el comunicado. “Hemos estado en un tribunal tras otro en toda esta ciudad exigiendo consecuencias reales por la violencia contra los agentes de policía. Nuestro sistema de justicia debe comenzar a cumplir con esas consecuencias”.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
En marzo de este año el oficial Jonathan Diller murió baleado a los 31 años durante una simple parada de tráfico en Queens y los dos sospechosos detenidos tenían amplios antecedentes.
El descontento policial tiene eco en la población. En marzo una encuesta concluyó que menos de un tercio (30%) de los habitantes de NYC son “felices” y sólo la mitad planea quedarse viviendo en la ciudad durante los próximos años. En septiembre pasado un sondeo de Siena College identificó el crimen (73%) entre las mayores preocupaciones de los neoyorquinos en general. Según otra alarmante encuesta divulgada en el verano de 2023, 70% de los habitantes de NYC dijeron que temían ser víctimas de un hecho criminal.