El Pentágono se retracta del acuerdo de culpabilidad con 3 acusados por el ataque a las Torres Gemelas: ¿por qué han tardado más 20 años en llevarlos a juicio?

El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, anuló este viernes un controvertido acuerdo de culpabilidad alcanzado a principios de esta semana con el autor intelectual del ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y otros dos de sus cómplices, lo que los hubiera librado de la pena de muerte.

Las cartas enviadas hace dos días a las familias de las casi 3.000 personas asesinadas en los ataques de Al Qaeda decían que el acuerdo de culpabilidad estipulaba que Khalid Sheikh Mohammed, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, cumplirían cadena perpetua como máximo.

En una orden, Austin consideró que «a la luz de la importancia» del acuerdo, había decidido que la autoridad para tomar una decisión sobre su aceptación era suya, por lo que lo anuló.

Algunas familias de las víctimas del ataque condenaron el acuerdo por cortar cualquier posibilidad de juicios completos y posibles penas de muerte.

Los republicanos se apresuraron a culpar a la administración Biden por el acuerdo, aunque la Casa Blanca dijo después de que se anunció que no tenía conocimiento del mismo.

Los trámites para el juicio han estado estancados, mientras los acusados permanecen detenidos

Anteriormente, los fiscales ya habían detallado la misma propuesta de acuerdo en una carta el año pasado, pero la iniciativa dividió también a las familias de las casi 3,000 víctimas mortales en los ataques, ya que algunos todavía desean que los acusados afronten la pena de muerte.

Pero ¿por qué más de 20 años después del mayor atentado terrorista en la historia de EEUU el autor intelectual y sus cómplices no han sido llevados a juicio?

La mayoría de las disputas legales en torno a los casos de estos hombres se han centrado en si podrían ser juzgados con imparcialidad tras haber sido sometidos a torturas sistemáticas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en los años posteriores al 11-S, una cuestión espinosa que los acuerdos de culpabilidad ayudan a evitar.

EEUU torturó a los acusados del atentado del 11-S

El acuerdo de EEUU con los acusados se produce más de 16 años después de que comenzara su procesamiento por el atentado de Al Qaeda. También se produce más de 20 años después de que los atacantes secuestraran cuatro aviones comerciales y los estrellaran contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono.

Capturado en Rawalpindi, Pakistán, en marzo de 2003, Mohammed fue llevado por la CIA a prisiones secretas en Polonia para ser interrogado. En especial, fue sometido al «ahogamiento simulado» 183 veces en cuatro semanas.

Es el detenido que centró la mayor atención de la agencia de inteligencia estadounidense y, en consecuencia, fue el más torturado con diferentes técnicas como privación de sueño y posiciones dolorosas.

Según un reporte del Senado, las múltiples informaciones recogidas en dichas sesiones de tortura resultaron falsas.

Fue hasta su traslado a Guantánamo en septiembre de 2006, que Mohammed confesó a un tribunal militar: que «era responsable de la operación del 11 de septiembre de la A a la Z».

¿Por qué EEUU prefirió evitar llevar a juicio a Mohammed y sus aliados?

El uso de la tortura ha sido uno de los mayores obstáculos en los esfuerzos de Estados Unidos por juzgar a los hombres en la comisión militar de Guantánamo, debido a la inadmisibilidad de las pruebas relacionadas con maltrato.

La noticia del acuerdo con los acusados surgió en una carta de los fiscales del tribunal de guerra a los familiares de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001, recogió este miércoles el diario The New York Times.

«A cambio de la eliminación de la pena de muerte como posible castigo, estos tres acusados han aceptado declararse culpables de todos los delitos que se les imputan, incluido el asesinato de las 2,976 personas enumeradas en el pliego de cargos», dice la carta firmada por el contralmirante Aaron C. Rugh, fiscal jefe de comisiones militares, y tres abogados de su equipo, según dicho medio.

La carta señala que los acusados podrían presentar sus alegatos en audiencia pública a partir de la semana próxima.

La declaración de culpabilidad evita lo que se preveía como un juicio de entre 12 y 18 meses o, alternativamente, la posibilidad de que el juez militar desestimara confesiones que eran clave para el caso del gobierno.

Estados Unidos utilizó esa base naval aislada en territorio cubano para recluir a los milicianos capturados durante la conocida como «Guerra contra el terror» que siguió a los atentados, en un intento de impedir que los acusados reclamaran los derechos que les otorga la legislación estadounidense.

a instalación militar albergó a 800 presos en su momento álgido, pero desde entonces han sido repatriados lentamente a otros países.

El presidente Joe Biden se comprometió antes de su elección a intentar cerrar Guantánamo, pero el centro sigue abierto.

¿Quién es Khalid Sheikh Mohammed, el líder intelectual de los atentados del 11-S?

Pakistaní y educado en Kuwait, él habría sugerido a Bin Laden en 1996 la idea de hacer estrellar aviones.

Graduado de una universidad estadounidense, trabajaba para el gobierno de Catar a inicios de los años 90 cuando comenzó a planear los ataques con su sobrino Ramzi Yousef, quien hizo explotar en 1993 una bomba en el World Trade Center, en Nueva York.

Al inicio Mohammed no era parte de Al Qaeda, el informe oficial sobre el 11-S lo describió como un «terrorista contratista» que tenía la motivación y las ideas para los atentados, pero no la financiación ni la organización necesarios para llevarlos a cabo.

Mohammed era considerado uno de los lugartenientes más inteligentes y de mayor confianza de Osama bin Laden, jefe de Al Qaeda, antes de su captura en marzo de 2003 en Pakistán. Después pasó tres años en prisiones secretas de la CIA, antes de llegar a Guantánamo en 2006.

Este ingeniero de formación, que ha afirmado haber ideado los atentados del 11-S «de la A a la Z», ha sido acusado de participar en una serie de grandes complots contra Estados Unidos, país en el que cursó estudios universitarios.

Además de planear la operación para derribar las Torres Gemelas, Mohammed afirma haber decapitado personalmente al periodista estadounidense Daniel Pearl en 2002 con su «bendita mano derecha» y haber colaborado en el atentado contra el World Trade Center de 1993, en el que murieron seis personas.

¿Quiénes son los otros dos acusados de los atentados a las Torres Gemelas?

Walid bin Attash, saudí de origen yemení, supuestamente entrenó a dos de los secuestradores de los aviones con los que se perpetraron los atentados del 11 de septiembre.

Sus interrogadores estadounidenses dijeron que también confesó haber comprado los explosivos y reclutado a miembros del equipo que mató a 17 marineros en un ataque contra el buque militar USS Cole.

Se refugió en el vecino Pakistán tras la invasión estadounidense de Afganistán en 2001 y fue capturado allí en 2003, tras lo cual fue recluido en la red de prisiones de la CIA cuya ubicación es confidencial.

Mutafa al Hawsawi, por su parte, es sospechoso de gestionar la financiación de los atentados del 11-S. Detenido en Pakistán el 1 de marzo de 2003, también fue prisionero en cárceles secretas antes de ser trasladado a Guantánamo en 2006.

Compartir

By .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *