A los buenos políticos se les premia con el respaldo en las urnas, mientras a los malos dirigentes y corruptos podemos castigarlos con el voto consciente.
La mayoría de quienes llegamos a Estados Unidos lo hicimos huyendo de la corrupción y sobre todo hartos de magnicidios por la violencia política. Y ahora estamos en medio de la zozobra de ver que los atentados se repiten amenazando la democracia.
Esa sombra tenebrosa se cierne sobre las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, cuando Donald Trump espera ganar su revancha y quitarle la Casa Blanca al partido Demócrata.
En reciente análisis de la cadena NPR, luego del segundo atentado contra el candidato Republicano, expertos de la universidad de Maryland y el “Consorcio para estudio y respuesta al Terrorismo, “Start Center” advertían que la violencia política que esa tendencia violenta, se intensificó entre el 2015 2016, justo cuando Trump consolidó su presencia en el escenario político de la nación.
En países como Colombia, por años, los periodistas pasábamos horas cubriendo sepelios de líderes políticos, sindicalistas o ministros del gobierno, y ahora ver la amenaza de más intentos de asesinato, aquí en Estados Unidos, es algo que los hispanos deberíamos rechazar, sin importar quién sea el objetivo de los atacantes.
Ninguna muerte por las armas es justificable y deberíamos expresar claramente nuestro desacuerdo. Estos atentados no tienen sentido. Recordemos que a los buenos políticos se les premia con el respaldo en las urnas, mientras a los malos dirigentes y corruptos podemos castigarlos con el voto consciente.
Esta ola, como la mencionábamos, nos genera angustia y preocupación, pues este 13 de julio del 2024 quedará registrado en la historia por los disparos a la oreja de Trump en Butler, Pensilvania.
Creíamos que era un caso aislado, ¡pero no!, esta semana, el FBI capturó a Ryan Routh, cuando supuestamente intentaba dispararle al expresidente en su paradisíaco campo de golf de Mar-a-Lago, en Florida.
Aunque el tirador es nativo de los Estados Unidos, la agresión ocurre luego que se hiciera viral la afirmación de Trump de que, los inmigrantes comen mascotas como perros y gatos; y peor aún, que su fórmula vicepresidencial, JC Vance, dijera en la cadena FOX que inventaron esta historia para que la prensa los tenga en cuenta.
La teoría es bastante discutible pues, generan un mensaje equivocado y puede ser un tiro en el pie de la campaña republicana.
En conclusión, ya sabemos las pésimas consecuencias que deja resolver a balazos las diferencias políticas. Por eso los ciudadanos vamos a votar por la mejor propuesta para la nación que nos adoptó. Y de esa manera le decimos un NO rotundo a la violencia armada que dejó cientos de líderes bajo la tumba y a nuestros países sin dirigentes que los puedan sacar del lío del que escapamos.
Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a ninguna de las empresas donde trabaja.