Según un informe del Banco Mundial, entre el 25 y 30 % de las muertes en carreteras que se registran en el país suceden en esa vía
Entre el 25 y el 30 % de las muertes viales que se registran cada año en República Dominicana ocurren en el corredor Duarte, que une a la capital con la zona norte del país. El 42 % de las víctimas mortales se producen en autopistas y, de ellas, el corredor norte-aur registra el mayor número, con una cuota del 50 % del total de accidentes.
Así lo testifica el «Diagnóstico del Sector Infraestructura de la República Dominicana» (InfraSAP), publicado por el Banco Mundial, en donde se resalta que, «la seguridad vial en el país es motivo de gran preocupación. La mortalidad causada por los accidentes de tráfico es muy superior a los índices de referencia regionales y de ingresos».
De acuerdo con el informe, el 74.5 % de la autopista Duarte está calificada con apenas una y dos estrellas. Solo el 25.5 % de los 270 kilómetros que abarca esta autopista alcanzó tres estrellas de calificación.
«En las tres autopistas principales (Duarte, Sánchez y Las Américas), el 78 % de la infraestructura es insegura. El 40 % de la autopista de las Américas fue calificada con una y dos estrellas», destaca el documento.
Seguridad vial
La República Dominicana tiene de los peores indicadores de seguridad vial de la región. El pasado lunes 18, durante la firma del decreto 656-24, que establece el proceso de elaboración e implementación del Plan Nacional de Seguridad Vial 2025, el presidente Luis Abinader afirmó que, entre los años 2016 y 2024, unas 26,257 personas fallecieron en accidentes de tránsito.
En cuanto al parque vehicular, el mandatario consideró que ha habido un crecimiento acelerado, con un aumento de 25.59 % en los últimos cuatro años, pasando de 4.8 millones de vehículos en 2020 a seis millones en septiembre de este año 2024, donde el 57 % son motocicletas y un 18 % de automóviles, el porcentaje restante corresponde a vehículos pesados.
«Los motociclistas representan el 70 % de las víctimas mortales», indica el Banco Mundial.
Expansión urbana
Otro aspecto tocado por el informe es el proceso de urbanización en la República Dominicana, el cual define como «rápido», en comparación a otros países cercanos.
«La expansión urbana no planificada genera externalidades negativas como una elevada presión sobre los recursos naturales, contaminación, congestión (afecta a la salud humana y a la calidad de vida), generando un desafío en Santo Domingo y otras ciudades en cuanto a la localización de los nuevos habitantes urbanos y su acceso a los mercados laborales», señala el texto.
El tiempo de desplazamiento en el Gran Santo Domingo aumenta, ya que un tercio de los 3,1 millones de viajes diarios se realizan en automóvil privado.
El transporte representa el 20 % de las emisiones de CO2 del GSD, con un millón de toneladas anuales: 56 % procede de los carros, el 16 % de «conchos» y el 15 % de los autobuses.