Tras una histórica negociación que involucró a siete países, incluidos Estados Unidos y Rusia, un grupo de personas apresadas injustamente por las autoridades rusas llegaron este jueves a Washington.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris los recibieron en la Base Aérea Andrews.
Previamente, Biden calificó el acuerdo como una “hazaña diplomática” que terminó con el “calvario brutal” al que habían sido sometidos los presos en Rusia.
“El acuerdo que hizo esto posible fue una hazaña de diplomacia y amistad”, declaró acompañado de familiares de los liberados. “Múltiples países ayudaron a que esto se hiciera. Se unieron a unas negociaciones difíciles y complejas a petición mía”.
Entre las personas liberadas están el periodista del diario The Wall Street Journal Evan Gershkovich, Paul Whelan, un exoficial de la Marina estadounidense, el ciudadano ruso-británico Vladimir Kara-Murza y la reportera rusa-estadounidense Alsu Kurmasheva.
De acuerdo con el gobierno de Biden, además de estas cuatro personas, otros cinco ciudadanos alemanes y siete ciudadanos rusos considerados presos políticos fueron liberados a raíz del acuerdo. El gobierno de Putin obtuvo a cambio la liberación de 10 ciudadanos rusos, incluidos dos menores.
A continuación te presentamos lo que se sabe de algunos de los estadounidenses liberados por Rusia:
Evan Gershkovich, condenado en Rusia por “espionaje” en un juicio que EEUU calificó como una “farsa”
El periodista Gershkovich, de 32 años, fue condenado en julio por autoridades rusas por supuestamente haber llevado a cabo labores de “espionaje” en Rusia.
El gobierno de Estados Unidos, que había exigido la liberación del periodista tras arresto en marzo de 2023, calificó el juicio como una “farsa”.
El periodista fue arrestado en Ekaterimburgo mientras preparaba un reportaje sobre la organización de mercenarios rusa llamada Grupo Wagner.
El gobierno ruso de inmediato presentó cargos de espionaje, lo que Gershkovich negó.
El diario The Wall Street Journal emprendió una intensa campaña para exigir la liberación de su reportero a través del hashtag #FreeEvan.
Paul Whelan, un exmarine de EEUU que estuvo preso por cuatro años en Rusia
Whelan, de 54 años, también fue sentenciado a 16 años de prisión por espionaje tras su arresto en el 2018.
En 1994 se enlistó en la Marina estadounidense tras desempeñarse como policía en Michigan.
Su arresto ocurrió en el 2018 al acudir a una boda en Moscú, mientras se desempeñaba en territorio estadounidense como jefe de seguridad global de una empresa de autopartes.
Luego de su detención, el gobierno del entonces presidente Donald Trump criticó la acción de las autoridades rusas.
Alsu Kurmasheva, la reportera rusa-estadounidense condenada por actuar como supuesta “agente extranjera”
La reportera rusa de 47 años, quien cuenta con la residencia permanente en los Estados Unidos, fue detenida en octubre mientras visitaba a familiares en la ciudad de Tartaristán.
Kurmasheva, quien trabajaba como reportera para el medio Radio Free Europe/Radio Liberty, inicialmente fue acusada por no haber declarado que contaba con un pasaporte estadounidense.
Pero después las autoridades también la acusaron de ser una “agente extranjera” durante su estancia en Rusia, pese a que es su país natal. La reportera negó las acusaciones.
Vladimir Kara-Murza, el ganador del Pulitzer acusado de traición por el gobierno de Putin
El comentarista ruso de 42 años, quien había sido un feroz crítico del gobierno de Putin, fue arrestado en 2022 acusado de traición y de supuestamente haber diseminado información “falsa” sobre Rusia.
Tras su detención, el comentarista fue condenado a 25 años de prisión. Kara-Murza, quien también tiene la nacionalidad británica, negó los cargos.
Kara-Murza obtuvo en mayo el Premio Pulitzer por Comentario, el más prestigioso reconocimiento en el periodismo estadounidense, por sus contribuciones al diario The Washington Post, donde escribió sobre las condiciones en Rusia bajo el gobierno de Putin.
La organización de los Premios Pulitzer sostuvo al conferir el premio a Kara-Murza que lo reconocían por “sus columnas apasionadas escritas bajo un gran riesgo personal desde su celda en la prisión”.