El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró este lunes en Tel Aviv que el primer ministro Benjamin Netanyahu aceptó el plan de Washington.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró este lunes en Tel Aviv que el primer ministro Benjamin Netanyahu aceptó el plan de Washington para establecer una tregua en la Franja de Gaza, y llamó al movimiento islamista palestino Hamás a «hacer lo mismo».
Los diálogos atraviesan «un momento decisivo», había declarado previamente Blinken, durante su noveno viaje a la región desde que empezó la guerra en Gaza, desencadenada el 7 de octubre por un ataque de envergadura del movimiento palestino en territorio israelí, durante el que capturaron a 251 personas.
Se trata «quizás la última oportunidad de recuperar a los rehenes, de alcanzar una tregua», agregó, llamando a no tomar «acciones que puedan descarrilar este proceso» de los países mediadores, Estados Unidos, Catar y Egipto, para lograr una tregua acompañada de una liberación de rehenes.
«En una reunión muy constructiva con el primer ministro Netanyahu hoy, me confirmó que Israel acepta la propuesta de acercamiento. La apoya. Ahora le corresponde a Hamás hacer lo mismo», declaró Blinken.
Israel y Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, se acusaron mutuamente de hacer fracasar la última ronda de negociaciones indirectas para un alto el fuego, celebradas el jueves y el viernes en Doha entre los delegados israelíes y los mediadores.
Estados Unidos, principal aliado israelí, presentó una nueva propuesta de acuerdo el viernes en Doha, que Hamás rechazó al considerar que responde a las condiciones de Israel.
Blinken llegó el domingo a Israel y el martes viajará a Egipto, donde los mediadores reanudarán sus conversaciones esta semana, antes de dirigirse a Catar.
Israel prometió enviar una delegación a las próximas negociaciones, según Blinken.
«Ningún vencedor»
La presión sobre el Ejecutivo israelí también va en aumento a nivel interno. Este lunes se celebró en Tel Aviv una nueva manifestación para reclamar un acuerdo. «La guerra no tiene ningún vencedor», rezaba una de las pancartas que portaban los congregados, según imágenes de AFP.
El lunes, Netanayahu declaró que quiere que sean liberados el «máximo» número de «rehenes vivos» durante la primera de las tres fases del plan propuesto por Washington.
La víspera, había exhortado a «dirigir la presión hacia Hamás», al que considera, como Estados Unidos y la UE, una organización terrorista. Asimismo, denunció su «obstinado rechazo» a pactar un acuerdo.
«Consideramos a Benjamin Netanyahu plenamente responsable del fracaso de los esfuerzos de los mediadores, de obstruir un acuerdo», respondió el grupo islamista, que no participó en las conversaciones en Catar.
Hamás pide la aplicación del plan presentado por Biden a finales de mayo, que prevé una primera fase de seis semanas de tregua con una retirada israelí de las zonas densamente pobladas de Gaza y la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre.
En una segunda fase, la propuesta incluye una retirada total de las tropas israelíes de Gaza.
Atajar las «provocaciones»
La guerra no da tregua en Gaza, pero también ha intensificado las tensiones más allá del pequeño territorio palestino asediado.
La llegada de Blinken a Israel coincidió con un «atentado terrorista» que dejó un herido leve en Tel Aviv el domingo, según la policía israelí. Hamás y la Yihad Islámica Palestina reivindicaron el ataque y amenazaron con cometer otros.
«Estamos trabajando para asegurar que no haya escalada, que no haya provocaciones, que no haya acciones que nos puedan alejar de llevar este acuerdo a su conclusión, o que haya una escalada en otros sitios», manifestó Blinken.
Además de poner fin al conflicto en Gaza, Estados Unidos espera que un alto el fuego contribuya a evitar una conflagración regional por un posible ataque de Irán y sus aliados contra Israel.
La República Islámica amenazó a Israel tras imputarle el asesinato del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, el 31 de julio en Teherán, y la muerte el día anterior del jefe militar del movimiento libanés Hezbolá, en un bombardeo si reivindicado por el Estado hebreo cerca de Beirut.
Vacunación contra la polio
En su ataque del 7 de octubre, milicianos islamistas de Hamás mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Del total de secuestrados, 111 siguen en Gaza, aunque 39 han sido declarados muertos por el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado al menos 40.139 muertos, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado desde 2007 por Hamás.
El lunes, una fuente médica indicó que tres personas murieron en el bombardeo de una casa al este de Jan Yunis, en el sur.
La guerra obligó a casi toda la población del territorio palestino, de 2,4 millones de habitantes, a abandonar sus hogares y provocó una importante catástrofe humanitaria y sanitaria.
Este lunes, Blinken aseguró que Israel aceptó apoyar los esfuerzos para vacunar a los niños gazatíes contra la polio, después de que la ONU hiciese un llamado en este sentido.
El viernes, la ONU pidió que se establezcan «pausas humanitarias» en la franja de Gaza para vacunar a más de 640,000 niños, tras haber detectado un caso de polio, en un bebé de diez meses, el primero reportado en el territorio palestino en 25 años.