La estrategia del expresidente Trump en el caso de subversión electoral busca aplazar el proceso judicial mientras se resuelven disputas previas al juicio
El equipo legal del expresidente Donald Trump ha solicitado retrasar el juicio por subversión electoral del expresidente hasta después de las elecciones presidenciales de 2024, basándose en un fallo reciente del Tribunal Supremo sobre la inmunidad presidencial.
La estrategia busca aplazar el proceso judicial mientras se resuelven disputas previas al juicio que podrían eliminar algunos de los cargos en su contra.
La defensa de Trump presentó anoche un calendario que podría extender el caso hasta principios de 2025, argumentando que las acusaciones actuales aún incluyen acciones por las que el expresidente tendría derecho a la inmunidad.
Este enfoque contrasta con la propuesta de los fiscales, quienes sugieren una revisión del caso para adaptarse al fallo del Supremo, que establece que Trump no puede ser juzgado por ciertas interacciones con el Departamento de Justicia, ya que estas formaban parte de sus deberes presidenciales.
El fiscal especial Jack Smith, encargado de la investigación, ajustó las acusaciones la semana pasada para cumplir con el fallo del Tribunal Supremo.
Aunque mantuvo los cuatro cargos principales, como la conspiración para obstruir un procedimiento oficial, eliminó las acusaciones relacionadas con los intentos de Trump de involucrar al Departamento de Justicia en sus afirmaciones de fraude electoral en las elecciones de 2020.
Inmunidad presidencial
El fallo del Supremo, emitido en julio, señaló que las comunicaciones de Trump con el Departamento de Justicia estaban protegidas por la inmunidad presidencial, lo que complica la capacidad de los fiscales para avanzar en esos aspectos del caso.
Sin embargo, Smith sigue adelante con las acusaciones principales, enfocándose en la supuesta conspiración para revertir el resultado de las elecciones.
El caso se desarrolla en un contexto de alta tensión política, especialmente considerando los eventos del 6 de enero de 2021, cuando miles de partidarios de Trump marcharon hacia el Capitolio y más de 800 personas irrumpieron en el edificio durante la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
El ataque resultó en la muerte de cinco personas y en heridas a aproximadamente 140 agentes de la ley.