Sinfonía caribeña: dos islas, 20 canciones y 50 músicos para un público entregado

Artistas cubanos y dominicanos en un evento musical con la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo

Los sonidos de dos islas caribeñas se vistieron de sinfonía este viernes en un recital para amantes de la trova y las letras de calidad. Artistas de Cuba y República Dominicana cantaron y encantaron. Pavel Núñez, Liuba María Hevia, Maridalia Hernández y Amaury Pérez fueron los protagonistas de la noche.

Con «Dime si la ves», Pavel fue el primero en subir a escena. Con sus frases poéticas y su voz diáfana, el cantautor dominicano demostró su bien posicionado lugar como uno de los mejores baladistas criollos.

Sus composiciones fueron el hilo conductor que transportó al público por cada lugar sugeridos por el artista. El cielo o el infierno. El amor o el desamor. «Agonizando», «Me perdiste», tocaron la parte más sensitiva y nostálgica. Canciones que fueron acompañadas por los músicos de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, dirigida por Amaury Sánchez, dando aún más color a una interpretación que de por sí ya era mágica.

Con un arreglo moderno de su emblemática canción «Viene gente», Pavel se ganó su primera ovación del show que tuvo a la sala principal del Teatro Nacional como escenario. Entre canción y canción, anécdotas y chistes, el artista hizo gala de su conexión con sus seguidores.

Su cierre no podía ser de otra manera, con la canción «Te di» cantada al unísono con los asistentes al show que casi abarrotaron la emblemática sala de espectáculos. Público y artista se confundían en una interpretación para recordar.

La siguiente artista en presentarse fue Liuba María. «Feliz de volver a mi Quisqueya que tanto extrañaba», dijo la talentosa artista cubana. Con más de cuatro décadas en los escenarios, la poeta, guitarrista y compositora Liuba María Hevia interpretó «Mi Vieja Habana», que dedicó a su «amada Habana» y al historiador de la ciudad Eusebio Leal, de quien dijo «dejó su corazón en el pueblo habanero».

Con una habanera dedicada a Eusebio Leal y a su amada ciudad. Su voz, cálida y potente se fundieron con la calidad interpretativa de los músicos sinfónicos que le acompañaron. Y no podía ser de otra manera, cantó con nostalgia, con recuerdos, con amor a sus orígenes.

«Estoy muy emocionada, se me va a salir el corazón de estar aquí en mi segunda patria», dijo con auténtica emoción.

Esto dio paso a la canción «Si me falta tu sonrisa», tema que le hizo recordar una de las tragedias más grandes de su vida: la pérdida de su prometido en un accidente. Para interpretarla tuvo que pedir agua, prueba fehaciente de lo complicada que es para ella recordar este hecho sucedido cuando ella tenía 27 años y su prometido 30.

«Para qué soñar mañanas si me falta tu sonrisa», es una de esas estrofas que hizo emocionarla tanto a la artista como al público que le respondió con un gran aplauso.

Tras esta canción, llegó otra muy especial, una dedicada a su abuelo, un hombre que ella asegura nunca perdió sus valores. Su título es «Con los hilos de la luna», una oda a la tenacidad de los emigrantes y a los consejos de los abuelos. El de ella era un asturiano que decidió vivir en Cuba. De él recibió los mejores consejos, admitió.

Con «Un canto a la esperanza» la artista hizo un homenaje a dos pueblos que necesitan cambios, su Cuba natal y Venezuela, generando más aplausos.

Para su siguiente canción la artista llamó al escenario a una de las voces más espectaculares de la República Dominicana, Maridalia Hernández. Con sus voces le hicieron un homenaje a otra grande de la música criolla. «La dedicamos a la inmensa Sonia Silvestre», así introdujera el tema «Ausencia». Su interpretación generó aplausos en muchos y algunas lágrimas en otros. Así es la música, cuando se hace desde el corazón: emocionante. Así concluyó Liuba e inició Maridalia.

En solitario la dominicana interpretó sus mayores éxitos: «Nuestro amor», con este tema puso el ambiente alegre. Merengue apambichao con letra hermosa. Bailó con Amaury Sánchez y puso al público a corear y seguirle el paso con sus aplausos. Y es que ella es una artista completa. Voz, presencia y dominio total del escenario.

Esta canción fue la antesala a otras interpretaciones que dejaron al descubierto que su voz está tan potente, embriagadora y seductora como siempre, no por nada se le considera una de las voces dominicanas más auténticas.

Con «Para quererte», Ella se llevó los mayores aplausos de la gala y una de las conexiones más genuinas. «Este es el arreglo original del festival de Chile», dijo durante su interpretación. «Yo no he querido ponerle la mano», admitió. Un público rendido a ella le mostró lo satisfecho que estaba con su canción.

Si este tema produjo emociones en el público, el próximo que cantó tampoco dejó indiferente a los asistentes. Se trata de «Te ofrezco», uno de los más conocidos de su andadura discográfica. Un arreglo original y un acompañamiento orquestal impecable, marcaron su presentación. Un público y orquesta de pie fue la respuesta a su entrega.

Para el cierre del espectáculo se guardaron un artista con una calidad y trayectoria probada. Amaury Pérez. Su voz potente, canciones conmovedoras por momentos revolucionarias en otros, pero cautivadoras por donde las escuches.

Él y su voz conectaron de forma inmediata con el público que se dio cita en este disfrutable show. Amaury dejó claro una vez más su amor por Quisqueya y la conexión personal y profesional que tiene con esta isla hermana, a la que llegó por primera vez en 1978, hace 46 años aprendió de la lealtad, sinceridad y alegría de los dominicanos, ejecutó algunas de sus más bellas canciones: «Acuérdate de Abril», «Hacerte venir» y «Sólo en septiembre», entre otras.

«Sinfonía Caribeña» tuvo un cierre de lujo con la interpretación por Amaury, Liuba, Marilandia y Pavel de «Santiago en Coche», y un público que, agradecido, cantó, bailó y ovacionó a los artistas, al maestro Amaury Sánchez y a la excepcional orquesta.

La orquesta Sinfónica y él envolvieron al público en un clima de disfrute absoluto.

Sobre el concierto
En «Sinfonía Caribeña» los artistas interpretaron cinco canciones para un total de 20 piezas que han sido arregladas por el director Amaury Sánchez.

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