Los dominicanos pegaron 763 jonrones en otra campaña memorable en la MLB

Soto, Adames y Teoscar expotaron en una estación de cara a la agencia libre

Grandes Ligas bajó el lunes el telón de su primera fase con un balance muy en verde para la representación dominicana, una que arrancó con cerca de un centenar y que alcanzó los 154.

En la ofensiva, siete quisqueyanos superaron el umbral de los 30 cuadrangulares, seis el de las 100 carreras remolcadas, hubo un liderato de robos y 18 de los jugadores de posición terminaron por encima del nivel reemplazo (WAR).

Los duartianos despacharon en conjunto 5,361 imparables, entre ellos 763 jonrones y enviaron a 2,717 vueltas al plato.

Desde el montículo, seis abridores trabajaron al menos 160 entradas, Freddy Peralta volvió a ponchar 200 hombres, Emmanuel Clase logró su tercer liderato de rescates de la Liga Americana y Luis Gil llega entre los serios candidatos al premio Novato del Año. Hubo siete abridores con un WAR positivo.

Con el madero, medido por el OPS como estadística de referencia, Juan Soto (.988) solo vio delante suyo a Aaron Judge (1.159) y Shohei Ohtani (1.036). El guardabosque izquierdo de los Yankees adornó la temporada en la que proyecta sacudir el mercado con 41 jonrones, 109 producidas y una línea ofensiva de .288/.419/.569.

A base de palos

Vladimir Guerrero Jr., dio otra muestra no solo de poseer el ADN de un inmortal, sino también una capacidad de hacer los complicados ajustes que exige la liga profesional con el calendario más extenso del planeta.

Guerrero Jr., llegó a la campaña cuestionado por la oficina de los Blue Jays en torno a su salario; el primer mes arrancó con un OPS de .678, pero en cada uno de los siguientes meses lo mejoró, salvó el último, para cerrar en .940, el sexto mejor de toda la MLB.

Fue el año en el que José Ramírez coqueteó con el 40-40, en el que Manny Machado se recuperó de problemas físicos para cerrar con 29 batazos de cuatro bases y 105 producidas y donde Marcell Ozuna bordeó los 40 trancazos, uno de apenas siete bateadores que terminaron con promedio sobre .300.

Campaña memorable para Willy Adames, que reventó de munición a su abogado para que salga a la agencia libre a buscar un contrato en el orden de los US$200 millones. El torpedero santiaguero de buenas manos y gran alcance cerró un curso de 32 palos sobre la pared, 112 vueltas llevadas al plato y un OPS de .793.

Mientras los flashes en Los Ángeles apuntaban a Ohtani, Teoscar Hernández se encargó de enviar 29 pelotas fuera del parque y producir 99 carreras, con 160 imparables y OPS de .840, un expediente que le puede asegurar ese contrato multianual y al precio que quiere, que no tuvo la campaña pasada.

En Arizona, Ketel Marte «cargó» a unos Diamondbacks con su mayor cantidad de jonrones (36), producidas (95) y OPS+ (155), a pesar de que los problemas de salud les limitaron a 136 encuentros.

Si Elly de la Cruz mostró credenciales en su debut de 2023 este 2024 dio un paso adelante. El de los Rojos explotó la velocidad de sus piernas para ganar el liderato de robos (67), asistió al Juego de Estrellas y terminó con 5.1 WAR. 

Blanco, la sorpresa agradable

Los estelares Freddy Peralta, Framber Valdez y Luis Castillo lograron otra campaña a la altura. Como sorpresas agradables estuvieron Cristopher Sánchez (11-9, 3.32) y Ronel Blanco (13-6, 2.80). Luis Severino recobró la salud y la dirección. El derecho encontró con los Mets esa regularidad de la década pasada y finalizó la campaña con 182 episodios trabajados, con foja de 11-7 y 3.91 de efectividad.

Sin embargo, los mayores titulares se los ganó Clase. El cerrador de los Guardianes consiguió 47 rescates (récord de la franquicia), solo falló en tres oportunidades, lo hizo con una efectividad de 0.61 y WHIP de 0.66. En 74.1 episodios la oposición apenas le bateó para .154, con 66 ponches y solo 10 boletos.

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