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EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK.- El dominicano Devonte Serrano con 22 arrestos previos fue asesinado de un tiro en la cabeza en medio de una discusión en la que víctima, defendía a su madre, Evelin Vargas del matador que casi la atropella con una motocicleta.
Después de matar al dominicano, Gayle se fue hacia el sur por la avenida Prospect y luego se entregó en la comisaría del cuartel 30 de Harlem, no lejos de su casa.
El tabloide NY Daily News dice que Serrano tenía 22 arrestos previos y había sido arrestado cuatro veces, incluido un arresto por posesión de arma de fuego.
Su más reciente arresto fue por posesión de drogas en Manhattan en 2019 y había sobrevivido a un tiroteo en 2015.
Era miembro de la pandilla miembro de la pandilla “Hunnit”.
El homicidio se produjo frente al edificio 788 Este de la calle 182 en el vecindario Belmont.
Gayle, de 26 años, se entregó el lunes y es acusado por asesinato en segundo grado y posesión ilegal de un arma de fuego. El hecho ocurrió cerca del zoológico de El Bronx el domingo a la 1:50 de la tarde.
La policía dijo que Gayle disparó y mató a Serrano cerca de la intersección de las calles 182 Este y la avenida Mapes y el dominicano murió en la escena a una cuadra de su casa.
Familiares y amigos de Serrano se reunieron llorando en la acera.
Una versión de familiares de la víctima, sostiene que la mamá estaba en la calle cuando un ciclista estuvo a punto de atropellarla.
La mujer le reclamó al hombre su manera imprudente de conducir y comenzaron a discutir.
Devonte se sumó a la disputa defendiendo a su madre, relató su padre Braulio Serrano.
El asesino se fue, pero regresó al poco tiempo con un arma que le llevó una mujer de la que se dice es su novia después que él la llamara por teléfono.
El papá aclaró que su hijo no estaba buscando pelea sino tratando de apaciguar la discusión.
El padre de la víctima señaló que vecinos comentaron que el presunto agresor vivía en la zona.
La mujer que le llevó el celular al homicida olvidó el dispositivo en su huida.
El móvil fue recogido por los familiares de la víctima que lo entregaron a la policía.
“Me dicen que vive por aquí, aquí andamos con el teléfono de la muchacha con la que él andaba, que lo dejaron, para entregarlo a la policía”, dijo el papá del muerto.
Ayer domingo en la noche, familiares y amigos de Serrano improvisaron un altar con flores, velas, velones y mensajes escritos.
Lo recordaron como una persona que no se metía en problemas.
El padre recordó que hace unos años un hermano del Serrano también fue asesinado en 2021 en Brooklyn.
Mientras los dolientes se reunían el lunes en un pequeño monumento improvisado en la calle 182 Este, cerca de la camioneta de la víctima, surgió una narrativa de los momentos finales de la víctima.
Según el padrastro de Serrano, Dustin Martínez, la madre de la víctima se dirigía a su casa desde la lavandería cuando el sospechoso chocó su motocicleta contra ella, iniciando una discusión.
El sospechoso, dijo Martínez, indicó que estaba tratando de llegar a la tienda a unos metros de distancia, momento en el que la madre llamó a Serrano, que estaba sentado en su camioneta, aparentemente vendiendo marihuana.
El padre relata que le dijo a su hijo que el matador lo estaba molestando y fue donde Gayle a decirle que la señora a la que estaba insultando era su mamá.
El sospechoso comenzó a maldecir, dijo Martínez, e hizo una llamada telefónica, y una mujer que describió como la novia del tirador apareció con un arma, que Gayle usó para dispararle a Serrano.
“Él murió por defenderme. El tipo me iba a matar y vino y vio lo que le pasó”, narró la madre de la víctima, Evelin Vargas.
Herman Gayle, de 26 años, que según fuentes policiales se entregó el lunes, fue acusado de asesinato y posesión ilegal de un arma. Los amigos y familiares de Serrano dicen que los dos no se conocían.
Vargas describió la interacción y afirmó que Gayle la había bloqueado por detrás con su bicicleta. Ella dice que le preguntó si no la había visto.
“Él empieza a hablarme locuras y a insultarme”, dijo Vargas.
Vargas dijo que Devonte se acercó y le pidió a Gayle que se disculpara, pero él no lo hizo. “Simplemente tomó el teléfono y me dijo: ‘Baja mi arma’. Así fue como empezó todo”, dijo Vargas.
“La policía tiene que hacer algo, sacarles las armas de las calles a estos animales, que están matando gente como si nada”, imploró Vargas.