Liz Parrish, la mujer que ‘descumple’ años: de 53 a 25, y el negocio de la longevidad

Esta estadounidense rica asegura que una científica española -que no aprueba sus métodos- ha inspirado su negocio de la longevidad con un ‘cóctel’ de terapia genética. Pone a los telómeros de sus cromosomas como prueba irrefutable

En 2015, la empresaria norteamericana Liz Parrish se hizo famosa en todo el planeta después de dar a conocer que había viajado hasta Colombia para someterse a una terapia genética que la había rejuvenecido cuatro décadas. Viajó al Cono Sur porque no estaba autorizada a hacerlo en su país. En aquel momento, tenía 44 años cronológicos reales y una edad biológica de 62, que ella aseguró haber reducido hasta los 21 tras administrarse el cóctel. Esta edad biológica se objetivó midiendo el «estado de salud» de los telómeros, una parte del cromosoma que se acorta a medida que cumplimos años.

No faltaron detractores entre los popes de la ciencia que cuestionaron sus métodos de creación de la terapia y de validación de sus resultados. Claro que su aspecto juvenil parecía darle la razón frente a quienes insinuaban que era una sofisticada soñadora voceando una versión contemporánea del elixir de la juventud. Antes de someterse al tratamiento, Liz ya poseía una extraordinaria lozanía. A sus 44, podía pasar perfectamente por una chica de 30, lo que en combinación con su belleza, la convertía, si no en una prueba empírica viviente del éxito del tratamiento, sí al menos en la mejor publicidad posible de las potencialidades rejuvenecedoras de las terapias génicas.

Han transcurrido nueve años desde que se administró aquellas pócimas experimentales y su apariencia ha permanecido inmune al devastador discurrir de los días. El tiempo no pasa volando para Liz, nacida en 1971. Ella tiene claro que el experimento para el que se postuló como cobaya la ha ayudado a protegerse de la decrepitud a la que debería estar ya abismándose tras alcanzar el medio siglo.

Su documento de identidad dice que tiene 53 actualmente. ¿Cuál es su edad biológica real estimada de acuerdo a la última evaluación que ha realizado?Cuanto más aprendemos acerca del envejecimiento, más complicado nos resulta responder a esa cuestión. Con arreglo a las últimas pruebas que practiqué a principios de este año, el estado de mis telómeros es el mismo que el de una persona sana de 25 años. Claro que la longitud de los telómeros es uno de los indicadores del envejecimiento, pero no el único. Para curar el envejecimiento debemos gestionar al menos 12 variables y los telómeros abordan tres de ellas. Actualmente, estamos trabajando con siete genes para encontrar terapias que puedan curar todos los efectos. Lo que sí puedo decir también es que mis valores personales en otras pruebas de salud han mejorado de forma sustancial, lo cual resulta alentador.

[Un telómero es una región de secuencias repetitivas de ADN situada en el extremo de un cromosoma. Lo interesante es que se acortan cuando envejecemos y, cuando se vuelven críticamente cortos, su funcionamiento se resiente desencadenando uno de los mecanismos básicos del envejecimiento celular].¿Y qué decían esos marcadores de la longitud de sus telómeros antes de someterse en Colombia a un tratamiento que usted misma diseñó?En 2015 yo tenía 44 años, pero mis telómeros eran alarmantemente cortos, como los de una persona de 62. Al término del proceso, la longitud de mis telómeros era equiparable a la de una joven de 21. Las terapias genéticas a las que me sometí abordaron partes fundamentales del envejecimiento: el acortamiento de los telómeros fue uno de ellos. Pero también nos concentramos en otras cuestiones como la acumulación de células senescentes, el control de la glucosa en sangre, la inestabilidad genómica y la disfunción mitocondrial…

Yo diría que su aspecto con 44 era ya estupendo. Es decir, es posible que la terapia mejorara la salud de sus telómeros pero su apariencia física era magnífica incluso antes de someterse al tratamiento. Permíteme que le pida a Andrés mis fotos de antes y después… Carl Harley demostró que la telomerasa puede regenerar la piel y también la folistatina está asociada con una piel mejor.

[Parrish nos muestra, en efecto, dos fotos tomadas antes y después de su tratamiento].

Le seré sincero. Es difícil apreciar diferencia entre ambas. Tal vez tenía un poquito más de ojeras antes de ir a Bogotá. Pero entiendo que lo que me está diciendo es que tras el tratamiento también mejoró su apariencia física. Sí, sí, así fue… Pero no sucedió inmediatamente, sino después de que pasaran un par de años.¿Y de qué se componía el elixir rejuvenecedor que se administró?Pues, por decirlo claramente, lo que hice en 2015 fue tomar telomerasa y folistatina. Los telómeros son tapas protectoras en los extremos de los cromosomas que evitan el deterioro y la fusión con otros cromosomas. Se acortan con cada división celular, contribuyendo al envejecimiento. La terapia génica puede administrar telomerasa a las células para mantener su longitud. La folistatina provocó un aumento de la masa muscular y una reducción de la grasa. El músculo es crucial. Mucha gente piensa que sólo tiene finalidades estéticas, pero nada más lejos de la verdad. Cinco años después, tomé unas enzimas que mejoran las funciones cerebrales y renales y la salud cardiovascular (Klotho y PGC-1a Klotho).Es significativo que la entrada inglesa de la Wikipedia dedicada a su empresa BioViva advierta de que «es posible que este artículo haya sido creado o editado a cambio de pagos no revelados» y «necesita referencias médicas más confiables para su verificación».¿En serio? ¿Eso dice la Wikipedia? Bueno, tal vez haya pagado alguien algo para poner a la Wiki en contra nuestra.A lo largo de estos años, las referencias a su empresa sacan con frecuencia a colación los trabajos realizados por la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España, María Blasco. Se ha repetido muchas veces que lo que usted ha hecho está inspirado en parte por los experimentos de Blasco con ratones.Blasco realizó algunos de los estudios originales que demostraron que la telomerasa era esencial para la salud y la esperanza de vida.

[Blasco no colabora con BioViva. El equipo de la directora del CNIO logró acreditar que frenando el proceso de acortamiento de los telómeros se retrasaba el envejecimiento y se aumentaba la esperanza de vida. Claro que Blasco experimentó sólo con ratones, cuya vida logró prolongar bajo ciertas condiciones].

Pero se da la circunstancia de que Blasco ha señalado que estudios como el suyo carecen de validez porque no han sido sometidos a controles científicos ni son el resultado de ensayos regulados por las agencias. En otras palabras, no es posible demostrar si en realidad ha funcionado el tratamiento de BioViva. Se ha cuestionado incluso la seguridad de esos tratamientos. Una cosa es que funcione con ratones y otra, con humanos…Hicimos pruebas antes y después de nuestro tratamiento. Hicimos tantas como se practican en cualquier ensayo clínico. Hay mucha desinformación en los medios. Tras nuestros resultados positivos, Blasco intentó recaudar dinero para desarrollar ella misma una terapia para los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática. Está claro que Blasco ahora sí que cree que nuestro procedimiento es lo suficientemente seguro.¿Y cómo podría acreditarse la seriedad científica de sus experimentos?Hay múltiples artículos revisados sobre todos esos genes que menciono. Por favor, búsquelos. Hemos construido nuestros protocolos basándonos en la literatura científica y en las recomendaciones de nuestros expertos. Sí, fui el primer ser humano en experimentar con estas terapias genéticas para validar su seguridad y eficacia. Pero pronto muchas personas disfrutarán también de sus beneficios. Todo lo que he hecho se basa en evidencias científicas. De lo contrario, no me habría postulado como paciente cero de los tratamientos. Fundé BioViva para transferir terapias genéticas que habían existido en investigación, en algunos casos durante más de una década, a los humanos que más las necesitan. Mi objetivo es también acelerar la aprobación de medicamentos innovadores.

¿Es de suponer que el tratamiento al que se sometió ha revertido o ralentizado su proceso de envejecimiento?Cuando se habla de «envejecimiento inverso» (la capacidad de ralentizar el envejecimiento biológico) hay muchas afirmaciones engañosas. Como mencioné, hay al menos 12 factores que intervienen en el envejecimiento y sería preciso revertir cada uno de ellos. Sin embargo, insisto en que todavía no podemos revertir todo el envejecimiento. Podemos revertir la tasa de acortamiento de los telómeros en algunas células del cuerpo. No se puede desinformar al público sobre eso y muchos medios lo han hecho. Estamos todavía aprendiendo sobre el genoma humano, de modo que ese es un trabajo y un reto en el que aún estamos inmersos. No queremos mantener a la gente indefinidamente decrépita. Nuestro reto es descubrir cómo mantener a las personas vigorosas durante el mayor tiempo posible.¿Se ha sometido a algún otro tratamiento de cirugía que nos ayude a entender su aspecto anormalmente juvenil y/o está usted convencida de que su apariencia es el resultado de la terapia a la que se sometió en Colombia y años más tarde?Mi apariencia es el resultado de mis genes, de mis elecciones de estilo de vida y, más que probablemente, de las terapias genéticas que he recibido. No me he sometido a ningún tratamiento de tipo cosmético. En resumen, soy vegetariana desde hace más de 30 años y he recibido cuatro terapias genéticas.¿Y qué le empujó a usted a crearse un elixir genético? ¿Fue su deseo de juventud eterna?Soy madre de dos y a mi hijo le diagnosticaron en 2013 una diabetes tipo 1. Esa fue la razón por la que fundé la empresa. Hay demasiados niños que están muriendo a causa de enfermedades potencialmente tratables. Quiero que vivan lo suficiente para ver una cura. Y quiero que vivan hasta el final de una forma saludable, para que recuperen los años que perdieron a causa de la enfermedad. Hasta la fecha, cada gen candidato que elegimos puede tratar enfermedades tanto del envejecimiento como de la infancia.

Si no me equivoco usted está casada. ¿Se ha sometido su esposo a un tratamiento semejante?He estado casada durante más de 25 años y mi vida familiar es estable. Mi maravillosa familia tolera mi pasión y obsesión por un futuro mejor.Digámoslo de otro modo. Usted fue la paciente cero. ¿Vinieron otros después?BioViva no vende terapias. No podemos, somos una empresa estadounidense. Lo que hacemos es evaluar datos de empresas que venden terapias. Hemos sido transparentes y claros al respecto. Hay empresas de turismo médico que venden tratamientos iguales al que yo me sometí. Es legal hacer esas terapias mediante consentimiento informado. Nosotros, como BioViva, pretendemos realizarlas donde se nos permita legalmente.El divulgador hispano-venezolano José Luis Cordeiro, autor del libro La muerte de la muerte, se ha obstinado en convencernos de que la muerte es evitable.Soy optimista acerca de la posibilidad de ampliar la esperanza de vida mediante la terapia génica porque, de hecho, ya se han logrado avances científicamente significativos en el retraso del envejecimiento y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la edad. Sin embargo, diría que aún no está claro cómo o cuándo la muerte será opcional.Usted invirtió «cientos de miles de dólares» en su propio tratamiento rejuvenecedor. Debo decirle que el salario medio bruto español ronda los 2.200 euros.BioViva quiere hacer que la terapia génica sea accesible para todos. Hemos estado haciendo sonar esta campana desde su creación en 2015, y ahora la gente está escuchando. El costo de los nuevos productos disminuye con el tiempo. Piense en los televisores de la década de 1950 y en los actuales, o los teléfonos móviles. Nuestro objetivo es una terapia génica que cueste menos de 2.500 euros y que dure entre 5 y 10 años por dosis.

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