“Después de una cuidadosa consideración» la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció hoy que se retrasará indefinidamente la entrada en vigencia de la polémica tarifa de congestión (CBD) para circular en Midtown y el Bajo Manhattan
Apocas semanas de la entrada en vigencia de la polémica Tarifa de congestión (CBD) para circular en Midtown y el Bajo Manhattan (NYC), la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció hoy que se retrasará indefinidamente.
El peaje se iba a cobrar desde el 30 de junio a los conductores en diversos montos todos los días y horas en un intento de bajar el tráfico en Manhattan, y el dinero sería invertido por la MTA para mejorar el transporte público. Pero aún persistían algunos obstáculos legales para que ese peaje entrase en vigencia, incluyendo demandas en tribunales federales en Nueva York y Nueva Jersey.
Ahora Hochul lo detuvo, “asestando un duro golpe a los defensores del transporte que han pasado décadas presionando para lograr el acuerdo y una victoria para varios opositores al plan que dicen que el peaje es un impuesto regresivo para los viajeros”, resumió CNN.
Implementar el sistema de congestión planificado corre el riesgo de tener demasiadas consecuencias no deseadas para los neoyorquinos en este momento”
“Después de una cuidadosa consideración, he llegado a la difícil decisión de que implementar el sistema de congestión planificado corre el riesgo de tener demasiadas consecuencias no deseadas para los neoyorquinos en este momento”, dijo Hochul durante una sesión informativa en video desde su oficina en Manhattan.
Una fuente familiarizada con el plan dijo que Hochul “presionó para que se retrasara debido a preocupaciones sobre la asequibilidad y el impacto potencial en la recuperación económica postpandémica de la ciudad”.
La tarifa por congestión de Nueva York habría sido la primera de su tipo en Estados Unidos. Se han implementado programas similares en Londres y Estocolmo. La versión de la ciudad de Nueva York ha tardado años en concretarse. Como parte del plan, los conductores habrían pagado un tope de $15 dólares diarios para circular en Manhattan en sentido sur desde la calle 60 -el llamado Central Business District Tolling Program (CBD)-, y los vehículos comerciales y camiones pagarían peajes más elevados.
La tarifa contemplaba varias excepciones y modalidades, según la hora, el día de la semana, el ingreso del conductor y el tipo de vehículo, entre otras variables.
“Cinco años después de que la legislatura promulgó la ley del Estado Nueva York sobre la fijación de precios por congestión, y con 4,000 páginas de análisis, cientos de audiencias y reuniones de divulgación a nuestras espaldas, los neoyorquinos están preparados para los beneficios: menos tráfico, aire más limpio, calles más seguras y mejor tránsito”, alabó en abril el presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, cuando se fijó el 30 de junio como fecha de entrada en vigencia.
En ese momento el congresista estadounidense Josh Gottheimer (D-NJ), crítico abierto, calificó el plan de “apropiación de efectivo”. “Simplemente prueba lo que sabíamos desde el principio: a la MTA no le importa menos tráfico, ayudar al medio ambiente o apoyar a las familias. Harán cualquier cosa para cubrir su histórica mala gestión y los miles de millones de dólares que despilfarran cada año”.