El Subway de Nueva York entró en un “túnel negro” financiero: urgen reparaciones y freno a los evasores

Un informe del contralor estatal estima que no se tiene claro de dónde saldrá el dinero, para las inversiones que se requieren para los próximos cinco años

Todas las encuestas de 2024 indican que para los neoyorquinos y los turistas, gran parte del sistema de Subway de la Gran Manzana, es percibido como un espacio mucho menos seguro y que se está quedando “congelado” en el tiempo. Ahora, varios cruces de informes muestran que el futuro financiero de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) está en un “túnel oscuro y sin salidas claras”.

Según los nuevos cálculos de la oficina del contralor estatal, Tom DiNapoli, revelados esta semana, se calcula que entre los años 2025-2029, habrá necesidades financieras que rondan entre 57 mil millones y 92 mil millones de dólares.

Una descomunal cantidad de dinero, que a la fecha, ni siquiera la MTA, sabe exactamente de dónde saldrá.

Mientras se encienden las alarmas de este abismo financiero, hay urgencias de mantenimiento, que no pueden esperar mucho tiempo, para seguir operando el sistema con cierta normalidad. Ni siquiera se habla de proyectos de modernización. Todo este descalabro a la par, del histórico desangre económico que causa el hecho, de que miles de pasajeros siguen evadiendo las tarifas, como indican fuentes de la corporación de transporte.

Lo que sí está claro es que se mantendrá los aumentos de tarifas en un 4% cada dos años, lo que haría que la tarifa actual de $2,90 se elevara a $3,01, en algún momento del próximo año. En paralelo, se esperan el anuncio de nuevos operativos, para intentar revertir lo que muchos consideran una “vergüenza”: 50% de los pasajeros de los buses, no pagan el pasaje y cada día casi una sexta parte de los pasajeros, se suben al metro sin pagar.

“El aspecto más complicado, sigue siendo el agujero de 15,000 millones de dólares en el programa de capital 2020-2024, debido a la pausa que se puso a la tarifa de congestión en Manhattan. La gobernadora ha dicho que se encontrará un reemplazo, pero la fuente y la composición de los fondos, siguen sin identificarse”, reforzó DiNapoli en su informe, en donde sugiere varias vías para dar oxígeno financiero al sistema de transporte.

El peaje de la discordia
La tarifa de congestión, a la cual hace referencia el contralor estatal, es un peaje que debió haber entrado en vigencia desde el pasado 30 de junio, en donde los conductores de automóviles, camiones y motos, debían pagar entre entre $7,50, $15 y hasta $36 dólares, solo por ingresar al sur de la calle 60 en Manhattan.

Esta medida hubiese generado un fondo $16,5 mil millones de dólares, para inyectarlo al déficit financiero, que viene arrastrando la MTA desde hace años. Pero fue frenada por la gobernadora Kathy Hochul, tras argumentar que iba a dar otro duro golpe, al ya maltratado bolsillo de la clase trabajadora.

Con base a los nuevos cálculos de la oficina del contralor estatal, la mandataria con la pausa de este peaje está “cargando a la MTA con más de 100 mil millones de dólares en necesidades de capital, durante los próximos cinco años”.

Trabajos que son urgentes
Como destaca DiNapoli, basado en la ‘Evaluación de Necesidades de 20 Años’, más reciente de la agencia de transporte, “muchas de las piezas invisibles del sistema, se están pudriendo desde adentro”.

Es decir, hay que casi de emergencia, reemplazar docenas de subestaciones eléctricas y patios de mantenimiento, cientos de millas de cable de fibra óptica, más de 200 cambios de vías, señales, trenes y autobuses.

“Hay 1,100 vagones de metro que superarán su vida útil de 40 años, entre 2024 y 2027, y otros 625 que alcanzarán ese hito entre 2027 y 2030. Cuando se combina con el costo de reemplazar los vagones de trenes, la estimación del costo varía de $8,4 a $16,5 mil millones. Las compras de autobuses costarían otros $3,5 a $4,5 mil millones dependiendo de las opciones de flota.

También la proyección del funcionario estatal, hace referencias al clima severo que seguirá amenazando el sistema de transporte.

La Hoja de Ruta establece un costo mínimo de $6 mil millones, en protecciones contra el clima extremo, durante 10 años, para evitar las escenas recientes de estaciones inundadas con una lluvia, que no llega a tormenta.

Además de la seguridad, para la clase trabajadora, principal usuaria del Subway, se resiente los constantes retrasos y lentitud del sistema. (Foto: Fernando Martínez)
“Un ambiente hostil”
Aunque el gobierno estatal y municipal de Nueva York, exhiben en sus estadísticas, una disminución en los delitos violentos en el sistema de transporte en los últimos meses, en muchos pasajeros consultados la sensación es de hostilidad y de amenaza constante de enfermos mentales.

“La última que vi en este verano, fue a un ‘homeless’ que entró casi desnudo al tren en Brooklyn a las 8 de la noche. Había hasta niños. Uno trata de considerar que eso es normal aquí en Nueva York, pero no. Quien ha viajado a otros países, sabe que los neoyorquinos nos merecemos más, con tantos impuestos que pagamos“, comentó la dominicana Lucía del Río, quien usa el tren L, de lunes a viernes.

Otro pasajero frecuente, asegura que muchas veces se ha quedado dormido esperando el tren N, cuando sale de su trabajo en un restaurante en Astoria, porque los retrasos “son descomunales”.

“Cuando se pasa las 12 de la medianoche. Olvídate. Son horas de espera. A veces a último momento, te avisan que no hay servicio. Gastas todo lo que ganaste en un taxi para volver a la casa. El Subway cada vez está más complicado”, compartió un migrante quien prefirió reservar su nombre.

“Pañitos de agua caliente”
Otras cifras preocupantes que salieron a flote en medio de este cruce de datos, sobre el futuro económico de este ecosistema de transporte, provienen de Andrew Rein, presidente de la Comisión de Presupuesto Ciudadano privada e independiente, quien advirtió a The New York Times, que el costo para enfrentar las inversiones mínimas que necesita el sistema Subway, serían más altas que las proyectadas por el contralor. Es decir, entre $106,6 mil millones a $115 mil millones.

“Solo para poner el sistema en un buen estado de reparación y hacer una modernización básica atrasada: señales, accesibilidad, resiliencia. Todo esto sería algo muy básico“, dijo.

El contralor analizó el dinero disponible, para la agencia a través de la combinación habitual de fuentes, como el servicio de la deuda, el apoyo federal, estatal y municipal y los ingresos fiscales.

DiNapoli encuentra que la agencia, con esta combinación de ingresos, puede esperar entre $30 mil millones y $71 mil millones en financiación, para su próximo plan de capital, incluyendo una serie de impuestos que los legisladores podrían crear.

“Los impuestos podrían recaudar suficiente dinero para recaudar $12 mil millones a través de bonos, pero estos impuestos tendrían que ir al próximo plan de capital, en lugar de usarse para rellenar el agujero creado por Hochul”, concluye el informe.

El otro elemento que se está devorando los planes de modernización de este servicio es la inflación. Por ejemplo, se había proyectado que Grand Central Terminal, necesitaría 150 millones de dólares en el período 2025-2027. Ahora se prevé que necesitará 2,700 millones de dólares, de los cuales una parte importante se incluirá en el plan actual.

Asimismo, se estima que el Interborough Express y la reconstrucción de la estación Penn, podrían recibir algún apoyo financiero de fondos federales y estatales, y requerirán una financiación de casi $4 mil millones del programa de capital 2025-2029.

A finales de este mes, la MTA dará a conocer su plan de capital quinquenal 2025-2029, que los portavoces de la agencia han asomado, costará incluso más, que el plan récord de 55 mil millones de dólares para 2019-2024.

Clientes insatisfechos:
47% es el porcentaje de clientes del Subway satisfechos en la encuesta de Customer Counts de la MTA realizada en la pasada primavera, una disminución de cinco puntos con respecto a la encuesta de otoño de 2023. Y la primera vez que la satisfacción con el metro, cayó por debajo del 50% desde la primavera de 2022. Se evaluaron factores como la limpieza, la seguridad y la atención del personal.

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